viernes, 19 de junio de 2009

Sólo el coraje es bueno

Después de aquella gran tormenta que arrasó con lodo y rocas a su paso quedamos sumergidos en una gran oscuridad.

Pasó tiempo en que no vimos nada más que las densas tinieblas de nuestras almas.

Pretendimos autoabastecernos;

Olvidamos lo bueno como si no hubiera existido.

Pero un día nos sentimos solos y nos pusimos a llorar; lloramos mucho, durante mucho tiempo.

Lloramos tanto que contarlo sería imposible;

Nos pareció que nuestras lágrimas eran las que habían formado el mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario