viernes, 19 de junio de 2009

Sólo el coraje es bueno

Después de aquella gran tormenta que arrasó con lodo y rocas a su paso quedamos sumergidos en una gran oscuridad.

Pasó tiempo en que no vimos nada más que las densas tinieblas de nuestras almas.

Pretendimos autoabastecernos;

Olvidamos lo bueno como si no hubiera existido.

Pero un día nos sentimos solos y nos pusimos a llorar; lloramos mucho, durante mucho tiempo.

Lloramos tanto que contarlo sería imposible;

Nos pareció que nuestras lágrimas eran las que habían formado el mar.

Primera luz

Entonces, entre la densa oscuridad, apareció un poco de luz.

No se si fue así o fue que al fin decidimos inventar la claridad

En medio de tanto sufrimiento y desencuentros deseamos sentirnos mejor, y nos abrazamos

Fue ese gesto el que hizo un enorme tajo en las tinieblas

Nos atrevimos a más, y nos besamos con infinita ternura

De esa chispa se encendió el Sol.

Amanecer

Ese Sol del amor reencontrado se levantó sobre el mar de lágrimas e iluminó el mundo que nos rodeaba.

Ese mundo en el que alguna vez habíamos visto flores, mariposas blancas, y hasta dieciséis zorzales castaños; el río, la amplia costa, y todo lo bello que solamente pueden ver los que se aman.

Renació la calma y la sensación de ser felices.

Las nubes claras se pusieron a vagar incansable por el cielo matizando el agua con su sombra, pintándola con grandes manchones oscuros. Y el viento las empujaba a gusto, a veces suavemente, a veces en forma tan violenta que las hacía chocar entre sí;

Entonces las nubes se quejaban con truenos y amenazaban con el brillo castigador de los relámpagos.

Disponer el hogar

Pintor navajo R.C. Gorman
Nunca más volvimos a perder la confianza en nosotros y en el futuro.

Y empezamos a construir el hogar

Dispusimos allí los animales

Los pájaros en sus árboles

Los insectos en sus flores

Los peces en sus lagunas.

El viento, el Sol y las nubes encontraron tan hermosa nuestra obra que se pusieron de acuerdo para hacerla perdurar:

El Sol iluminaba y calentaba la casa, las nubes dejaban caer la lluvia que regaba el huerto, el viento se moderaba para dejar crecer los pastos en los que pacían los animales.

La vida se volvió buena, sin más protestas, sin más dolor.

Así hubiera sido si nos hubiéramos atrevido a darnos aquel beso...

miércoles, 13 de mayo de 2009

Tendría que decírtelo

Ozz Franca
Tendría que decírtelo. Este amor que te tengo no debería ser pasado por alto

Tendría que hacerlo

Hacerte el amor con sonido de caracolas, sonajeros de mate,
rítmico golpear de takuapús,

Y con cantos

En medio de la marejada y con el agua calma

A susurros, a gritos, o con la voz ahogada

Dónde siempre y en lugares extraños

Con promesas, con certezas y hasta con engaños

Tengo que buscar alguna manera eficaz que consuele mi corazón

No consigo ignorarte, olvidarte,

Castigarme con la indiferencia

Cuando estás dormida

Pintor navajo RC Gorman
Cuando estás dormida mi alma va por ti

Sale en busca de los besos negados

Esos besos adeudados

Cuando estás dormida te acaricio y uno mi alma con tu alma

Recorro tu cuerpo buscando tus sobresaltos; tu sonrisa mágica

No dejará de ir mi alma, hasta encontrarte.

Nadie, sino tú

Dibujo del navajo R. C. Gorman