Dices que mi desamor es abominable;
Que mi deslealtad es abominable y nada la justifica.
Me culpas por haber dejado morir los sueños por vivir.
Soy culpable por perder el sentido de vivir la vida juntos.
Me fui, dejando atrás un lecho en llamas
Abandoné caminos que eran destinos por cumplir
El silencio nos invadió como si ya todo hubiera sido dicho; como si nada nuevo tuviéramos para dar
Como si todas las caricias ya hubieran sido entregadas
Creí que ya todo lo que teníamos para dar lo habíamos vivido,
Y que no había motivos para regresar
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