Derrótame
Vénceme
No quiero nada de mí
No quiero protegerme ni estar en guardia
No voy a apaciguarme
No voy ya a dominar este amor ni a silenciarlo
Mi pasión hierve impaciente y no voy a disculparme
Sólo doy frutos de oro bajo el fuego
¿Por qué he de moderarme?
Por qué reprimirme, si sólo puedo vivir en el combate de tus manos con las mías
Al apuro de conocerlo todo
Cuerpo a cuerpo
Sin armas
Sin recelos
Y sin justificativos
Para qué voy a detenerme;
Si la Luna detuviera su trayectoria provocaría una catástrofe
Nilataj, el Dios que me inflama, no quiere que me modere
No nací para ser niño ni débil ni esclavo
¡Nadie intente frenar las tormentas del Sol!
¡Dejen que las estrellas prosigan su trayecto!
¡No pidan que me refrene, que espere, que me postergue!
Tú eres mi vida y a mi vida voy a vivirla y a morirla a tu lado
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